La Tierra Santa. (Historia real)

Me encontraba en un internado de primaria que quedaba a mitad del bosque, rodeado de zonas arbóreas, en un lateral a unos cien metros de distancia había un terraplén, le llamábamos la tierra santa, este quedaba al lado de una carretera que era por la que a diario iban y venían un grupo de niños.

La carretera conectaba con un edificio en el que vivían el personal civil que trabajaba en el colegio: Los profesores, celadores... y estos niños eran sus hijos que acudían al colegio y entre esto estos niños estaban las niñas a las que todos intentábamos impresionar, cada año había tres, cuatro, cinco niñas que venían al internado a diario por esta carretera.

Había el entretenimiento de los internos de ir a esta tierra santa, a este terraplén para intentar impresionar a las niñas, saltando desde el terraplén y cayendo a un montículo de arena finísima. Nadie sabía por que se llamaba tierra Santa pero era como que el nombre le venía bien porque la arena de allí no tenía que ver nada con la de alrededor y permitía caer desde una altura considerable sin hacerte daño.

Yo nunca llegue a hacer porque ese era mi primer año en el internado, tenía solo siete años. Un día mientras se desarrollaba esta actividad oímos unos gritos inmensos y pensamos que era alguien que se había roto una pierna. Lo que vimos es un grupo de niños en mitad de la carretera que rodeaban a este Márquez que estaba temblando, como loco y lo estaban agarrando.

Márquez gritaba "Me ha intentado tragar, me ha intentado llevar , quería llevarme, quería llevarme..." vinieron un par de celadores que estaban de guardia, se lo llevaron. Esa noche los rumores de la historia de Márquez los mayores comenzaron a contar, estaban saltando y de repente salto Márquez y inmediatamente empezó a gritar y lo encontraron cubierto de tierra hasta el pecho cuando lo normal era hundirse hasta las rodillas, tiraron de el y Márquez dijo "He sentido unas manos tirando de mis tobillos y una voz salia de la tierra que decía: Tú me perteneces, tú te vienes conmigo."

Llega la noche, todo el mundo preguntándose por Márquez, cenamos, vamos al estudio, vamos al rosario, llegamos a los dormitorios y allí es el último momento que yo vi a Márquez, tenía una cara que no olvidaré nunca, como si no estuviese allí. No se si ya lo habían medicado, nos habían dicho que lo dejáramos tranquilo, yo dormía al otro lado del dormitorio que era inmenso, ya me despreocupé de el esa noche, apagaron las luces y no se oía un alma.

En un dormitorio con ochenta personas, es normal siempre había murmullos, toces, sollozos, esa noche nada, todos pensando en Márquez, poco a poco nos fuimos durmiendo, yo también me quedé dormido.
A la mañana siguiente suena la campana, despierto, miro hacía el otro lado del dormitorio y veo dos o tres monjas moviéndose de un lado a otro, empieza a correrse la voz, Márquez se ha escapado.

Esto no era tan extraño, porque todos los años se escapaban media docena de niños del internado porque nos sentíamos mal, solos, había morriña de casa del hogar y había niños que se escapaban con relativa frecuencia, además casi siempre por la mañana que se despertaban antes y se marchaban muchas veces en pijama.

Casi siempre les encontraban en un par de horas vagando por la carretera Valladolid-Burgos, era el único lugar de contacto con el exterior, todos los trimestres llegábamos por esa carretera y por la misma nos marchábamos.

Bueno, Márquez se había escapado igualmente lo había hecho en pijama, porque había dejado la ropa encima de la mesilla. Nos levantamos nos lavamos vamos a misa todo el mundo especulando, entramos en las clases. Los profesores intentan dar las clases normalmente como si no pasase nada, llega el recreo y nadie juega solo rumores.

Llega la hora de la comida y no hay más que mirar la cara de las monjas y veías que no, no le habían encontrado avanza la tarde los rumores crecen, que si habrá ido hacia el río, que si no a ido a la carretera si ha ido monte arriba.

Terminan las clases y ahí llega el bombazo, unos chicos mayores que han ido a la tierra santa a saltar como todos los días y han encontrado las zapatillas de dormir de Márquez, allí al lado del montículo de tierra donde pasó el incidente del día pasado. Es más el montículo de tierra esta alisado, como si allí no hubiese saltado nunca nadie, una broma de mal gusto parece, estos mayores que habían encontrado las zapatillas pasan todos uno tras otro por el despacho de director del colegio, el corones. No es broma ninguna, Márquez no aparece.

No apareció nunca, vinieron decenas de soldados que estuvieron días buscando por todas partes, excavaron la arena de la tierra santa y lo único que hicieron es hacer el montículo mas grande. Vimos a los padres que vinieron a recoger las cosas y la ropa de Márquez. Nosotros rezamos el Rosario extra delante de la cama vacía durante días. No apareció nunca, lo único que se vio fueron sus zapatillas.

Su zapatillas junto a la tierra donde el dijo que había sentido unas manos que le habían cogido de los tobillos, le había tirado hacia abajo y una voz que decía "Me ha intentado tragar, me ha intentado llevar , quería llevarme, quería llevarme..."

Nadie volvió a saltar en la tierra santa, nunca, la cercaron a los dos días...

                                                                   FIN

By: Marginalmedia.

La Roca

La Roca es una de las prisiones más seguras del mundo, para quienes no conozcáis este lugar, es una prisión construida en un acantilado situado en alguna parte del mar y rodeada por tiburones, aunque consiguieras salir, estos te devorarían.

Mi nombre es Raúl, y estoy encerrado en este trozo de tierra en ninguna parte, me han traído por asesinar a mi hermano, y yo, no lo hice. Ya han pasado algunos meses desde que me internaron y este lugar es terrible... los guardias hacen lo que quieren con los presos, torturas, palizas... y todo esto comportándote bien, al ultimo que hizo por escapar lo tiraron en un saco al mar y no precisamente para que se ahogara.

Solo se sale tres veces de la celda en todo el día, siempre que tengas suerte y no te saquen una cuarta para un interrogatorio ya que aún nadie a vuelto de ninguno, no se que harán con ellos ni quiero saberlo. Desde que entre aquí planeo una forma de escapar ya que tarde o temprano me tocará a mi que me cojan los guardias y prefiero haber intentado salir.

Pero desgraciadamente al día siguiente me llamaron para el interrogatorio, me llevaron a una sala con una silla donde me amarrarían hice fuerza para no avanzar y poder pensar como salir a acercarme a aquella silla me quitaron las esposas para amarrarme en ella vi que había una puerta en la habitación que decía almacén, era probable que allí hubiera un sistema de alcantarillado para salir.

Golpee con el codo al agente que tenia cerca y eché a correr hacia la puerta mientras el otro sacaba arma, abrí la puerta rápidamente y entré escuché un disparo a la puerta por lo que seguí corriendo hasta estar en el almacén, subí a la parte más alta de almacén y me quede agachado hasta que pasó el guardia.

Ahora tenía que improvisar como salir, la entrada principal estaba plagada de guardias y la trasera estaba llena de trampas cruelmente colocadas, ademas pronto anunciarían que me escape y todos irían detrás mía, tenía como mucho una hora para escapar y decidí ir por la puerta trasera comencé a correr hacía la habitación de la sala de maquinas para usar los conductos de ventilación para llegar a el principio del túnel para salir.

Entré y mientras buscaba el conducto, escuche un golpe, me acerque sigilosamente, vi a un agente golpeando duramente a un preso, decidí ayudarle y de paso que viniera conmigo. Tiré un palo lejos de mi para que escuchara el ruido y fuera a ver, cuando se acercó a mi posición le golpee en la cabeza con una palanca.

Liberé al prisionero y le pregunte:

-Hola, ¿Estas bien?

-Bueno... si, más o menos.

-¿Cómo te llamas?

-Carl.

-Yo Raúl, quería ofrecerte la idea de intentar salir de aquí juntos pero tenemos que darnos prisa.

-Claro, nos mataran igualmente, así al menos podremos intentar salir.

-Bien, había pensado ir por el conducto de ventilación hasta llegar al túnel de la parte trasera, no hay guardias pero si trampas deberemos tener mucho cuidado.

-Vamos, ya habrá tiempo para explicaciones.

Entramos en el conducto de ventilación y avanzamos. Por el camino rezábamos para que no activaran la calefacción ya que nos asfixiaríamos. No teníamos demasiado claro exactamente donde bajar pero ya lo veríamos por las rejillas.

Ya vimos el lugar, bajamos rápidamente, era un túnel casi interminable, pero nos ilusionaba que al final se veía la luz, la libertad... Empezamos a correr y el suelo empezó a temblar y se un dió, yo me agarré a un hierra que había en la pared y Carl consiguió pasar, me dijo que saltar que el me cogería confiando en el salté, casi me caigo pero me sujeto por una mano y me ayudó subir.

Con el primero, también se hizo un agujero delante nuestra y tuvimos que entra a una puerta a la izquierda, olía fatal antes de abrirla. Cuando entramos había unos diez cadáveres y gente viva colgada por las piernas con grilletes, todos los cadáveres tenían grandes mordiscos de algún animal y los que aún vivían estaban totalmente locos, ¿Cuánto tiempo llevaban aquí?.

Se oyó como si algo hubiera salido del agua al fondo de la oscura sala, no se veía nada, tras un rato de escuchar pasos vimos un cocodrilo gigantesco acercarse hacia nosotros, este le arranco la cabeza de cuajo a uno de los que estaban colgados, ya que se puso histérico al verlos y gritó. Sorprendentemente después de hacer eso se dio media vuelta y se fue al agua. Nosotros corrimos hasta la puerta del otro lado de la sala alejándonos todo lo que podíamos del agua.

En la siguiente sala había un hombre tirado en una mesa de madera con un cuchillo clavado en el pecho, aún sangraba por lo que quien fuera que lo mato lo hizo hace poco y aún andaría por esa zona. Escuché unos mordiscos y cuando nos asomamos un "hombre" desnudo se estaba comiendo a otro, nos escuchó y se giró.

Al verme se me abalanzó y me tiró al suelo, Carl cogió rápidamente el cuchillo y se lo calvo varias veces a esa cosa, lo aparté con una patada y seguimos golpeándole, cuando ya parecía muerto, le pedí el cuchillo y se lo clave en el corazón. Abrimos la siguiente puerta y dimos a una especie de sala de control abandonada, pero por suerte aún funcionaba la luz.

Había una puerta sin picaporte ni nada, parecía que se podía abrir con una de las palancas que había en la pared pero eran cuatro y no sabíamos que hacían las otras tres. Mientras daba vueltas pensando la solución me tropecé con Carl y sin querer activé dos palancas, la luz del cuarto se volvió roja y parpadeante la puerta por la que vinimos se cerró completamente.

Comenzó a brotar del suelo un denso gas que pronto inundo la sala, no había salida ni salvación para nosotros, la muerte nos aguardaba...